Hablar del principio de Larrabea es hablar del principio del golf en la provincia de Álava.
Corrían los años 86/87 cuando una docena de animosos practicantes del golf decidieron aunar esfuerzos y hasta adelantar en algún caso un dinerillo para buscar un lugar propicio dentro de la provincia de Álava que no quedara muy alejado de la capital Vitoria- Gasteiz.
Eran los Jesús Arregui, Pedrito Alvarez, Miguelón Apraiz, Feli Ayastuy, Pedro Goyarrola, Miguel Frias, Ignacio Latierro , ... hasta no mas de una docena y media de practicantes del golf, que venían jugando en campos de provincias limítrofes, en particular en los campos de Zarauz y Ulzama. Incluso se celebró "fuera de las fronteras" y durante varios años el Trofeo Perretxico.
La primera ubicación que se intentó conseguir fue en el pueblo de Nafarrate cerca del pantano de Villarreal, pero se encontraron dificultades insalvables para conseguir la venta de algunas fincas particulares por determinados lugareños. Fue cuando a título personal, Manolo Garaizabal llevó a cabo la acción de compra sobre la finca Larrabea, que en aquel entonces estaba dedicada a explotación ganadera y había tenido su origen en el siglo XIX como mansión y finca de un indiano.
A partir de aquella acción personal, se rompió la armonía entre los iniciadores del proyecto, y un grupo de ellos en alianza con los veraneantes bilbaínos que tenían su segunda casa en Murguía o alrededores, se decidieron por crear otro proyecto, cual es el actual campo de golf de Zuia.
Una vez creadas y registradas la Sociedad Anónima y la Deportiva bajo la denominación Golf de Larrabea, el Sr. Garaizabal segregó del total de la finca adquirida unas sesenta hectáreas que vendió por una peseta al Golf de Larrabea, siendo de hecho, su promotor y primer presidente.
Se encargó la construcción de un campo de 18 hoyos al diseñador Pepe Gancedo, y entretanto se procedía a la construcción de los primeros 9 hoyos, se habilitó una parte de la finca para la construcción de un campo de 9 hoyos rústicos, para gran divertimento de los más de 400 socios que muy rápidamente habían ya adquirido acciones de Larrabea.
Dicho campo rústico recibió el cariñoso nombre del "Pequeño Saint Andrews" y puede decirse con total propiedad que fue el primer campo de golf que existió dentro de la provincia de Álava.